D058 Comisión de Discapacidad - Equipo de Respuesta Rápida para la Intervención en Crisis
La recomendación anterior se incluyó en el informe de la Comisión sobre Liderazgo y Discapacidad ("Comisión") (página 19), que se formó por resolución de la Cámara de Obispos el 17 de marzo de 2015. La resolución "solicitó que la Obispa Presidenta nombrara, en consulta con la Cámara de Diputados, una comisión independiente para explorar las dimensiones canónicas, ambientales, de comportamiento y de procedimiento de los asuntos relacionados con el deterioro grave de las personas que sirven como líderes en la Iglesia, con especial atención a las cuestiones de adicción y abuso de sustancias."La Comisión emitió su informe en marzo de 2017, en el que ofrecía la siguiente definición de impedimento: "La incapacidad de ejercer el ministerio con una habilidad y seguridad razonables en virtud de una enfermedad física o mental, la embriaguez o el uso excesivo de drogas, narcóticos, alcohol, productos químicos u otras sustancias" (Informe, p. 2). La Comisión declaró que "el deterioro de los líderes, que no ha sido abordado, causa daños en el cuerpo de Cristo y más allá de él. La Comisión ha descubierto que, en muchos casos, la política eclesiástica ha impedido la capacidad de la Iglesia para intervenir, evaluar y tratar a las personas con deficiencias y atender a la comunidad lesionada" (Informe, p. 4). Las recomendaciones de la Comisión se centraron en dos grandes categorías: Medidas preventivas, que incluyen la creación de programas educativos y de formación para aumentar el conocimiento sobre la deficiencia, y también la aplicación de políticas, prácticas y procedimientos para examinar y evaluar a los líderes de la Iglesia a lo largo de su vida profesional, promoviendo la detección temprana y el control de calidad junto con la confidencialidad. Respuestas eficaces, que incluyan el cultivo de conocimientos, recursos y prácticas que apoyen el reconocimiento efectivo de la deficiencia en los líderes, junto con la investigación, intervención y remisión adecuadas para la evaluación y el tratamiento, y que también proporcionen apoyo a los líderes con deficiencia a través de la reincorporación, la renovación de la licencia, la supervisión continua y la rendición de cuentas. (Informe, pp. 14-15).
Explicación
La recomendación anterior se incluyó en el informe de la Comisión sobre Liderazgo y Discapacidad ("Comisión") (página 19), que se formó por resolución de la Cámara de Obispos el 17 de marzo de 2015. La resolución "solicitó que la Obispa Presidenta nombrara, en consulta con la Cámara de Diputados, una comisión independiente para explorar las dimensiones canónicas, ambientales, de comportamiento y de procedimiento de los asuntos relacionados con el deterioro grave de las personas que sirven como líderes en la Iglesia, con especial atención a las cuestiones de adicción y abuso de sustancias."La Comisión emitió su informe en marzo de 2017, en el que ofrecía la siguiente definición de impedimento: "La incapacidad de ejercer el ministerio con una habilidad y seguridad razonables en virtud de una enfermedad física o mental, la embriaguez o el uso excesivo de drogas, narcóticos, alcohol, productos químicos u otras sustancias" (Informe, p. 2). La Comisión declaró que "el deterioro de los líderes, que no ha sido abordado, causa daños en el cuerpo de Cristo y más allá de él. La Comisión ha descubierto que, en muchos casos, la política eclesiástica ha impedido la capacidad de la Iglesia para intervenir, evaluar y tratar a las personas con deficiencias y atender a la comunidad lesionada" (Informe, p. 4). Las recomendaciones de la Comisión se centraron en dos grandes categorías: Medidas preventivas, que incluyen la creación de programas educativos y de formación para aumentar el conocimiento sobre la deficiencia, y también la aplicación de políticas, prácticas y procedimientos para examinar y evaluar a los líderes de la Iglesia a lo largo de su vida profesional, promoviendo la detección temprana y el control de calidad junto con la confidencialidad. Respuestas eficaces, que incluyan el cultivo de conocimientos, recursos y prácticas que apoyen el reconocimiento efectivo de la deficiencia en los líderes, junto con la investigación, intervención y remisión adecuadas para la evaluación y el tratamiento, y que también proporcionen apoyo a los líderes con deficiencia a través de la reincorporación, la renovación de la licencia, la supervisión continua y la rendición de cuentas. (Informe, pp. 14-15).