Explicación

Los redactores del Libro de Oración Común de 1979 asumieron que había suficientes sacerdotes disponibles para presidir la Eucaristía en cada comunidad de culto de la Iglesia Episcopal en cualquier domingo. Esta suposición, sin embargo, no apreciaba plenamente las realidades de las diócesis con pocos servicios y recursos en los Estados Unidos y en las jurisdicciones de ultramar. Hoy en día, las comunidades de culto de muchas diócesis, y no sólo las que han estado históricamente desatendidas y con pocos recursos, son cada vez más incapaces de permitir la presencia regular del clero. Además, hay una grave escasez de clérigos dispuestos y disponibles para presidir la Eucaristía dominical en parroquias pequeñas o de difícil acceso. Aunque la intención del Libro de Oración Común de 1979 de tener la Sagrada Eucaristía como acto principal del culto cristiano en domingo es teológica y litúrgicamente encomiable y se mantiene como objetivo, las realidades misioneras del mundo y de la iglesia de hoy recomiendan una mayor flexibilidad. Sustituir la palabra "preferido" por la palabra "principal" en la frase inicial de la introducción del Libro de Oración Común permitiría a las diócesis, a los obispos, a las parroquias y a las comunidades de culto probar nuevas formas de apoyar la vida litúrgica de las comunidades de culto en el nuevo contexto misionero de la Iglesia de hoy.