Se resuelve, con la aprobación de la Cámara de ________________,

Que la 79ª Convención General reconozca con gran agradecimiento y elogie enérgicamente los continuos esfuerzos heroicos de la Iglesia Episcopal de Sudán del Sur (ECSS) para lograr el cese de la guerra civil que estalló en diciembre de 2013 y que ha matado a decenas de miles de personas, y ha desplazado a varios millones de personas; y sea además

Resuelto, Que la Convención General elogie de corazón los continuos esfuerzos de la Agencia Episcopal de Alivio y Desarrollo y de las muchas diócesis, parroquias y personas que están trabajando en colaboración con la ECSS y sus diócesis para proporcionar ayuda humanitaria, desarrollo sostenible, formación de líderes laicos y del clero en Sudán del Sur, y traducción de las Escrituras a las lenguas tribales; y sea además

Resuelve que la Convención General inste firmemente a las congregaciones y diócesis a buscar nuevas oportunidades para apoyar el trabajo de la ECSS y de la Iglesia Episcopal de Sudán (ECS) para formar asociaciones que fortalezcan los esfuerzos de la ECSS y la ECS para llevar una paz sostenible a sus respectivas naciones; y sea además

Resuélvase que la Convención General inste a las diócesis y congregaciones de la Iglesia Episcopal a convertir en una prioridad misionera específica el acercamiento a las personas de la diáspora sursudanesa y sudanesa que han emigrado a los Estados Unidos y a otros lugares, invitándolas a participar en nuestras vidas congregacionales y explorando los esfuerzos apropiados para ayudar a los esfuerzos de la ECSS y la ECS para fomentar la paz en el sur de Sudán y en Sudán y entre sus tribus dispares; y sea además

Resuelto, que la Convención General autorice a la Oficina de Relaciones Gubernamentales a continuar su defensa del cese de la guerra civil en Sudán del Sur y del conflicto armado por parte del Gobierno de Sudán con las comunidades marginadas en las Montañas Nuba y Darfur, incluso mediante embargos de armas, sanciones comerciales el enjuiciamiento penal y la congelación de los bienes de los criminales de guerra, los violadores de los derechos humanos y los dirigentes políticos que han saqueado las arcas de sus gobiernos, y la provisión de fuerzas militares de mantenimiento de la paz adecuadamente entrenadas, equipadas y disciplinadas para proteger a los civiles y separar a las fuerzas contendientes.