D020 Comprender la verdad del acoso y la agresión sexual en la Iglesia Episcopal

Esta es una traducción inmediata (automática) que será editada para mayor claridad. Las traducciones definitivas se mostrarán aquí tan pronto como estén disponibles.

El relato de la verdad del movimiento #metoo de mujeres, niñas, así como de hombres, que han sido víctimas de discriminación, acoso y violencia de género nos enfrenta a una verdad que particularmente las mujeres han estado diciendo durante siglos, pero que ha sido ignorada. Esta verdad no puede seguir siendo ignorada, particularmente en la Iglesia. Como Cuerpo de Cristo en el mundo, estamos llamados de manera particular a modelar el mandato evangélico de confesión y reconciliación. Esta Resolución inicia este proceso, invitándonos a ser valientes en nuestra forma de decir la verdad. La Iglesia Episcopal aún no conoce toda la verdad de la experiencia de la discriminación, el acoso y la violencia de género infligida a su clero y a los laicos por quienes están en el poder y por los sistemas de la Iglesia que no respetan la dignidad de todo ser humano. Otras denominaciones han modelado este trabajo para nosotros. En 2017, la Iglesia Metodista Unida encuestó a 4300 líderes laicos y del clero sobre la mala conducta sexual. Los resultados de esa encuesta indicaron que el 64% de los clérigos y el 31% de los laicos habían experimentado mala conducta sexual en la iglesia, desde agresiones hasta comentarios inapropiados o tocamientos y acercamientos incómodos. Proponemos adaptar esa encuesta al contexto episcopal para que podamos comenzar el proceso de compartir la verdad de la discriminación, el acoso y la violencia de género en nuestra iglesia, para que podamos ser guiados por Cristo en el trabajo de reconciliación y justicia.