C047 Apoyo a Una persona, un voto
Se resuelve, con la aprobación de la Cámara de ________________,
Que la 79ª Convención General de la Iglesia Episcopal autorice a la Iglesia Episcopal a crear un grupo de trabajo para estudiar, definir y proponer reformas mediante las cuales el gobierno civil en todos los niveles (local, estatal y federal) pueda acercarse a hacer realidad el principio de una persona, un voto; y que además
Resuélvase, que el presupuesto de la Convención General asigne $35.000 (salario y beneficios) para un personal de 1/4 de ETC en la Oficina de Washington de la Iglesia Episcopal para hacer un seguimiento de las propuestas legislativas federales y estatales para la creación y funcionamiento del grupo de trabajo Una Persona, Un Voto, y para proporcionar alertas de acción oportunas a los obispos, diócesis y suscriptores de la Red Episcopal de Políticas Públicas.
Explicación
Una persona, un voto significa algo más que el hecho de que cada persona tenga un solo voto en cualquier elección. También significa que el proceso electoral está diseñado de forma justa para que el voto de cada persona tenga el mismo impacto en el resultado. En otras palabras, ningún voto individual tiene más peso que el de los demás. (Fuente: www.law.cornell.edu/wex/one-person_one-vote_rule). Este es "un principio de la democracia política que sustenta el sufragio universal y la igualdad política". (Fuente: es.m.wikipedia.org/wiki/One_man,_one_vote). Como ocurre con la mayoría de los principios, es necesario un esfuerzo continuo en su defensa y en asegurarse de que, como país, nos acercamos cada vez más a su plena realización. Mandatos de fe: Las personas de fe creen que todos los individuos han sido creados iguales y siguen siendo iguales a los ojos de Dios. Este es un tema común en los libros sagrados de varias tradiciones religiosas. Esta idea opera a nivel espiritual, pero también tiene implicaciones temporales, incluso políticas. Aunque los gobiernos democráticos modernos requieren una justificación secular para sus políticas, los episcopales nos basamos en las enseñanzas cristianas y en las contribuciones positivas que los cristianos americanos han hecho en la evolución política de los Estados Unidos para afirmar nuestro propio apoyo al principio de una persona, un voto. Precedentes legales: Una serie de decisiones del Tribunal Supremo de EE.UU. que comenzaron en la década de 1960 establecieron el principio de una persona, un voto en el derecho constitucional estadounidense. Baker v. Carr (1962), Gray v. Sanders (1963), Reynolds v. Sims (1964), Wesberry v. Sanders (1964) y Avery v. Midland County (1968) sostuvieron que la Cláusula de Protección Igualitaria de la Decimocuarta Enmienda requiere que todos los distritos en cualquier elección -ya sea a nivel de congreso, condado o local- contengan aproximadamente el mismo número de votantes. (Fuente: es.m.wikipedia.org/wiki/One_man,_one_vote) Igualar el número de votantes dentro de los distritos es una forma de garantizar que "en la medida de lo posible, el voto de una persona... tenga el mismo valor que el de otra". (Fuente: Wesberry v. Sanders, pp. 7-8, 18). El trabajo que queda por hacer: A pesar de los avances resultantes de estas decisiones judiciales, quedan muchos impedimentos para la plena realización del principio subyacente. Algunos impedimentos son tan antiguos como nuestra nación y están arraigados en la Constitución de EE.UU., como el colegio electoral y la forma en que se eligen los senadores de EE.UU.. Otros impedimentos son más recientes o se han vuelto cada vez más problemáticos en las últimas décadas, como el gerrymandering, las variaciones en el acceso a las urnas y en la forma de emitir y contar los votos en todo el país, ciertos aspectos de la financiación de las campañas, y la tecnología cada vez más sofisticada utilizada en la microfocalización de los votantes. Se necesita un estudio para seguir avanzando: Cualquier cambio en los procesos electorales de nuestra nación debe ser objeto de un cuidadoso estudio y deliberación. Sin embargo, tan esencial es el principio de una persona, un voto y tan evidente es el hecho de que nuestra nación está muy lejos de su plena realización, que es urgente la necesidad de un nuevo esfuerzo concertado para identificar y aplicar reformas que garanticen que, "en la medida de lo posible, el voto de una persona... valga tanto como el de otra".