C050 Santuario
Se resuelve, con la aprobación de la Cámara de Obispos,
Que esta 79ª Convención General de la Iglesia Episcopal se declare, mientras esté reunida, como un lugar de santuario; y que además
Resuélvase que se insta a la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y a la Cámara de Obispos a nombrar un Comité Conjunto de Santuario que atienda las necesidades de los que buscan santuario en este terreno sagrado.
Explicación
Sobre la base de la siguiente resolución adoptada por la Diócesis de Delaware SE RESUELVE, que la 233ª Convención Anual de la Diócesis Episcopal de Delaware inste a la Diócesis de Delaware a convertirse, después de un estudio y preparación adecuados y en oración, en una Diócesis Santuario; Y SE RESUELVE, además, que, en obediencia a los muchos mandatos bíblicos que nos imploran no agraviar u oprimir al extranjero en nuestro medio y el propio mandato de Jesús de extender la atención al extranjero, y en fidelidad a las sagradas promesas del Santo Bautismo, la Diócesis de Delaware, como gente de fe y gente de conciencia, cuestionará y abordará cualquier ley, política o práctica de inmigración injusta que sea inconsistente con nuestro mandato bíblico de "no agraviar u oprimir al extranjero residente" (Éxodo 22:21); y se RESUELVE, además, que la Diócesis de Delaware se conecte con la Iglesia Episcopal, las diócesis hermanas y las comunidades e instituciones santuario locales y nacionales, los grupos y coaliciones de derechos de los inmigrantes, y se comprometa con la educación, la organización, la defensa y la acción afirmativa, y otros métodos que se consideren apropiados en cada contexto, para garantizar la seguridad de la comunidad indocumentada; Y SE RESUELVE, además, que esta Convención inste a las congregaciones de la Diócesis de Delaware a considerar la posibilidad de convertirse en Congregaciones Santuario, sirviendo como lugares de acogida, refugio, sanación y otras formas de apoyo material y pastoral para aquellos que son objeto de deportación debido a su estatus migratorio o a alguna condición percibida de diferencia, y que trabajemos junto a nuestros amigos, familias y vecinos para garantizar la dignidad y los derechos humanos de todas las personas; Y SE RESUELVE, además, que el Obispo y el Consejo supervisen el trabajo de equipar a las congregaciones, al clero y a los líderes laicos para que se involucren en dicho trabajo, de acuerdo con los contextos locales, la capacidad y el discernimiento, e informen sobre el progreso en la 234ª Convención Anual. Explicación: Delaware es el hogar de miles de personas de todos los ámbitos de la vida, de diferentes razas, religiones, orientaciones sexuales y orígenes nacionales y étnicos. Los habitantes de Delaware valoran y celebran esta diversidad, que hace que nuestra comunidad y nuestra economía sean fuertes y vibrantes. Como pueblo de fe comprometido con el desmantelamiento de los sistemas opresivos y la construcción de estructuras y comunidades que reflejen la compasión y la justicia de Dios, debemos hacer nada menos que enderezar una carretera en el desierto para nuestras hermanas y hermanos. La Biblia tiene numerosos mandatos que nos instruyen a no agraviar u oprimir al extranjero en nuestro medio (Éxodo 22:21 y 23:9, Levítico 19:33, 23:22 y 24:22, Números 15:16, Deuteronomio 24:20-21 y 27:19, Jeremías 7:6-7, Zacarías 7:10 y Malaquías 3:5). Jesús deja claro que los justos heredan la vida eterna porque "fui forastero y me acogisteis" (Mateo 25:35). También deja claro que nuestra falta de atención a su necesidad tiene como resultado la condena de los injustos porque "fui forastero y no me acogisteis" (Mateo 25:43). Nuestros votos bautismales nos exigen "buscar y servir a Cristo en todas las personas" y "luchar por la justicia y la paz entre todos los pueblos, y respetar la dignidad de todo ser humano" (Libro de Oración Común p. 305). Es nuestro deber cristiano acoger a los que buscan refugio en nuestras costas de la guerra, el conflicto civil, la persecución, la anarquía, el hambre o el desastre natural, y ayudar a los que buscan seguridad y una vida mejor. Esta resolución pone nuestra fe en acción al unirse al creciente número de ciudades, universidades y comunidades de fe que se declaran lugares de acogida, refugio y sanación para aquellos que son objeto de odio debido a su condición de inmigrantes o a alguna condición percibida como diferente, mientras trabajamos junto a nuestros amigos, familias y vecinos para garantizar la dignidad y los derechos humanos de todas las personas.