B004 Fomentar el lenguaje del desmantelamiento del racismo y la curación, la justicia y la reconciliación raciales

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Dado que el racismo ha sido identificado en nuestra iglesia como nuestro pecado original y que la 78ª Convención General de la Iglesia Episcopal emitió resoluciones que nos instan a centrar nuestros esfuerzos en el desmantelamiento del racismo, necesitamos reimaginar nuestro enfoque de ese trabajo. El lenguaje es una parte crítica de la ecuación y es improductivo seguir utilizando un lenguaje de una época pasada que no sirve para inspirar el trabajo del presente de manera que ayude a avanzar en la labor. El término "antirracismo" es demasiado pequeño para abarcar el amplio trabajo de sanación, justicia y reconciliación racial que debe adoptarse en el siglo XXI. Y no invita a una respuesta intergeneracional porque se limita a hablar de estar en contra del racismo en lugar de encarnar la idea de lo que busca el resultado del trabajo para desmantelar el racismo. El término "antirracismo" implica que se ha avanzado poco hacia una comprensión más profunda de la naturaleza del trabajo de sanación que debe realizarse antes de poder desmantelar las estructuras racistas y de la necesidad de abrazar ese trabajo con la cabeza y el corazón. Los términos Sanación Racial, Justicia y Reconciliación permiten a los que estamos comprometidos con el trabajo de eliminar las estructuras racistas que impiden la realización de La Comunidad Amada, centrarse en lo que esperamos conseguir y en lo que nos comprometemos a apoyar, en lugar de limitarse a afirmar contra qué estamos. Estos términos ayudan a dejar más claro que el trabajo pretende crear espacios para que se produzca la transformación.