A136 Establecer una Comisión Permanente de Formación y Desarrollo Ministerial

Esta es una traducción inmediata (automática) que será editada para mayor claridad. Las traducciones definitivas se mostrarán aquí tan pronto como estén disponibles.

Se resuelve, con la aprobación de la Cámara de ________________,

Que se establezca una Comisión Permanente de Formación y Desarrollo Ministerial, que coordine y fomente el desarrollo de todas las órdenes de ministerio, animando y comprometiendo a todos los bautizados en la labor de edificación de la iglesia y desarrollando las mejores prácticas para asegurar que todas las iglesias se beneficien de la diversidad de dones de liderazgo que Dios nos ha dado.

El deber de la Comisión será

(i) Recomendar políticas y estrategias a la Convención General para la afirmación, el desarrollo y el ejercicio del ministerio de todos los bautizados (laicos, obispos, sacerdotes y diáconos).

(ii) Apoyar a las Comisiones Diocesanas de Ministerio en su apoyo al ministerio de todos los bautizados, Título III Cánones 1 y 2

(iii) Desarrollar y recomendar a la Convención General políticas integrales y coordinadas para las personas de todas las edades y etapas de la vida para la formación permanente como cristianos y ciudadanos.

(iv) Recomendar a la Convención General estrategias para el desarrollo y apoyo de redes de individuos, comités y comisiones diocesanas, agencias e instituciones comprometidas con el reclutamiento, los dones de discernimiento, la educación y la formación para el ministerio, el desarrollo del liderazgo, la contratación y el despliegue.

(v) Estudiar las necesidades y tendencias de las oportunidades vocacionales para los líderes ordenados dentro y fuera de la Iglesia y la formación apropiada requerida para vivir esas oportunidades.

(vi) Recomendar políticas y estrategias a la Convención General para asegurar la contratación y compensación justas de los empleados laicos y ordenados en todos los ámbitos del ministerio, con especial atención a la paridad a través de las líneas que históricamente nos han dividido, incluyendo pero no limitado a la raza, el color, el origen étnico, el origen nacional, el sexo, el estado civil, la orientación sexual, la identidad y expresión de género, las discapacidades o la edad, salvo que estos Cánones dispongan lo contrario.