A091 Modificar los canones III.9 y III.7 - Equidad en las prácticas de contratación y nombramiento del clero
Se resuelve, con la aprobación de la Cámara de Obispos,
Que el canon III.9 se modifique para añadir lo siguiente y que diga lo siguiente
Sección 3: El nombramiento de sacerdotes:
(a) Ningún sacerdote será discriminado en el proceso de llamado o nombramiento de esta Iglesia por motivos de raza, color, origen étnico, nación de origen, sexo, estado civil, orientación sexual, identidad y expresión de género, discapacidades o edad, salvo que estos Cánones dispongan lo contrario.
Y además
Seresuelve que las secciones existentes se numeren adecuadamente; y se resuelve además
Resuélvase que el Canon III.7.1 se modifique de la siguiente manera
Sec. 1. Los diáconos sirven directamente bajo la autoridad del Obispo y son responsables ante él o, en ausencia del Obispo, ante la Autoridad Eclesiástica de la Diócesis. Ningún diácono será discriminado en el proceso de nombramiento de esta Iglesia por motivos de raza, color, origen étnico, nación de origen, sexo, estado civil, orientación sexual, identidad y expresión de género, discapacidades o edad, salvo que estos Cánones dispongan lo contrario.
Explicación
Sólo el veintidós (22) por ciento de los puestos de liderazgo del clero superior en la Iglesia Episcopal están ocupados por mujeres. (Véase: Svoboda-Barber, Helen. "Women Embodying Executive Leadership: A Cohort Model for Episcopal Discernment" DMin diss., Austin Presbyterian Theological Seminary, Austin, TX, 2017). El cuarenta (40) por ciento de los sacerdotes son mujeres, el veinte (20) por ciento de los jefes de personal son mujeres, menos del diez (<10) por ciento de los obispos son mujeres. En el sur, los clérigos masculinos que son jefes de personal cobran una media de 25.000 dólares al año más que las clérigas. El cuarenta y tres (43) por ciento del clero femenino ha solicitado puestos de rector/vicario pero nunca ha sido elegido, mientras que sólo el dieciocho (18) por ciento del clero masculino ha solicitado puestos de rector/vicario pero nunca ha sido elegido. Los dos primeros datos proceden del informe anual sobre la remuneración del clero publicado por el Church Pension Fund [CPG]. La tercera verdad procede de Called to Serve: A Study of Clergy Careers, Clergy Wellness, and Clergy Women, páginas 14-15, por Paula Nesbitt. Durante años, el Fondo de Pensiones de la Iglesia [CPG] ha documentado las diferencias marcadas y generalizadas en la forma en que se contrata y compensa al clero masculino y femenino. El último informe de 2015 está disponible en el sitio web del Church Pension Fund. Este informe ofrece una clara evidencia estadística de que una importante brecha salarial de género sigue impregnando la Iglesia Episcopal. Dado el hecho de que la igualdad para las mujeres ha sido durante mucho tiempo una prioridad en toda la Comunión Anglicana, esta cuestión debe ser abordada. La sección Communion Women del sitio web de la Comunión Anglicana afirma: "En la Comunión Anglicana nos comprometemos a garantizar que nuestras iglesias sean un testimonio vivo de nuestra creencia de que las mujeres y los hombres están hechos igualmente a imagen de Dios" Un cambio en los Cánones ilustra la importancia de esta cuestión y proporciona apoyo institucional a las mujeres del clero, el personal diocesano y los obispos que abogan por la igualdad en un proceso de búsqueda. En particular, es muy probable que existan lagunas similares para otros grupos históricamente excluidos, pero el Fondo de Pensiones de la Iglesia no recoge datos sobre la raza/etnia, la orientación sexual o las discapacidades físicas/mentales del clero en activo. Dichas categorías se incluyen en la resolución con la esperanza de combatir cualquier tipo de exclusión y crear una iglesia que refleje con mayor exactitud nuestra sociedad en general y sea capaz de cosechar los beneficios de nuestro talentoso y diverso grupo de liderazgo ordenado. Se recomienda encarecidamente que las diócesis ofrezcan formación en materia de recursos humanos, especialmente con respecto a las prácticas de contratación, tanto para el clero como para el liderazgo laico.