Se resuelve, con la aprobación de la Cámara de Diputados,

Que la 79ª Convención General reconozca que hay un cambio importante hacia la energía renovable que ayudará a proteger la buena creación de Dios. Apoyar este cambio es parte del llamado de la Iglesia a ser parte del Movimiento de Jesús en el mundo y; y sea además

Que se reconozca que el cambio climático es una amenaza de origen humano para todos los pueblos y criaturas de Dios y para todo el orden creado, y que impone cargas y tensiones injustas y desiguales a los pueblos indígenas, las comunidades pobres y las personas de color; y que seresuelva además

Resuelve, que la 79ª Convención General, para seguir avanzando en el compromiso de la Enseñanza Pastoral sobre el Medio Ambiente de la Cámara de Obispos de 2011 de "abogar por un tratado sobre el clima justo, ambicioso y vinculante", haga todo lo posible para participar plena y completamente en las futuras reuniones de la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático como una voz activa, fiel y comprometida con toda la buena tierra de Dios; y sea además

Seresuelve que, como individuos y comunidades de fe, la Iglesia Episcopal dé un ejemplo, en el espíritu del Acuerdo Climático de París, tomando decisiones intencionales sobre la vida ligera y suave en la buena tierra de Dios, por ejemplo, a través de la conservación de la energía, la energía renovable, las prácticas alimentarias sostenibles, la jardinería, las horas de café sostenibles en las parroquias (teniendo en cuenta la huella de carbono, los recursos, las consecuencias para la salud y los flujos de residuos de los materiales, los lugares) y se resuelve además

Resuelto, que las diócesis, las parroquias y los individuos que se comprometan con el Acuerdo Climático de París consideren la posibilidad de informar sobre sus compromisos, acciones y éxitos al Consejo Asesor sobre la Custodia de la Creación.