Se resuelve, con la aprobación de la Cámara de Diputados,

Que la 79ª Convención General afirme el principio anglicano central de lex orandi, lex credendi ("la ley de orar es la ley de creer" o, más conversacionalmente, "orar forma creer"); y que además

<Texto enmendado tal y como aparecería si se adoptara y aprobara. Desplácese por debajo de la línea de asteriscos (******) para ver la versión que muestra todo el texto eliminado y añadido.

Resuelto, que el Libro de Oración es una de las principales formas de formación de los episcopales y anglicanos a través de lex orandi, lex credendi; y que además

Resuélvase, que, a la luz del catastrófico fracaso de la humanidad en vivir su papel como administradores de la buena creación de Dios y nuestro inherente llamado a reconciliarnos con toda la creación de Dios, la Convención General ordena que la futura revisión del Libro de Oración incluya liturgias centradas en la creación que reconozcan el luto y la lamentación, la alegría y la celebración, y el arrepentimiento y la reconciliación; y sea además

Resuelto, Que esta comprensión, aprecio y cuidado de la buena creación de Dios se incorpore explícitamente en las liturgias del Bautismo, Eucaristía, Confirmación y Ordenación.

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<Texto de resolución enmendado propuesto mostrando los cambios exactos que se hacen:>

Que la 79ª Convención General afirme el principio anglicano central de lex orandi, lex credendi ("la ley de orar es la ley de creer", o, más conversacionalmente, "orar da forma a creer"); y sea además

Resuelto, que el Libro de Oración es una de las principales formas en que los episcopales y anglicanos se forman a través de la lex orandi, lex credendi; y sea además

Resuélvase, que, a la luz del catastrófico fracaso de la humanidad en vivir su papel como administradores de la buena creación de Dios y nuestro inherente llamado a reconciliarnos con toda la creación de Dios, la Convención General ordena que la futura revisión del Libro de Oración incluya liturgias centradas en la creación que reconozcan el luto y la lamentación, la alegría y la celebración, y el arrepentimiento y la reconciliación; y sea además

Resuelto, Que esta comprensión, aprecio y cuidado de la buena creación de Dios se incorpore explícitamente en las liturgias del Bautismo, Eucaristía, Confirmación y Ordenación.