D090 La participación de la Iglesia en la defensa de los derechos de los discapacitados
La Iglesia Episcopal se esfuerza por la inclusión de todos los hijos de Dios y ha expresado en numerosas ocasiones su deseo de que las personas con discapacidad y sordas participen en el trabajo y la misión de la Iglesia. La OGR y la EPPN ya se han encargado de la defensa de la discapacidad en el marco de la resolución 2016-D071 Ratificar la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Esta resolución sigue la misma línea, pero autoriza a la EPPN y a la OGR a trabajar en cuestiones más amplias relacionadas con los derechos de las personas con discapacidad. Existe una importante oportunidad para asociarse con organizaciones dirigidas por personas sordas y personas con discapacidad que están proporcionando un importante liderazgo en la política y la defensa de la discapacidad y de los sordos. Entre estas organizaciones se encuentran la Asociación Nacional de Sordos (NAD), el Consejo Nacional de Vida Independiente (NCIL), ADAPT y el Consejo Nacional de la Discapacidad (NCD), entre otras. La asociación con estas organizaciones daría lugar a una mayor concienciación de la Iglesia sobre la política de accesibilidad y la legislación en materia de discapacidad y sordera, así como a una oportunidad para que los miembros de la comunidad eclesiástica defiendan directamente cuestiones que afectan no sólo a las personas con discapacidad, sino también a los pobres, los mayores y los enfermos.
Explicación
La Iglesia Episcopal se esfuerza por la inclusión de todos los hijos de Dios y ha expresado en numerosas ocasiones su deseo de que las personas con discapacidad y sordas participen en el trabajo y la misión de la Iglesia. La OGR y la EPPN ya se han encargado de la defensa de la discapacidad en el marco de la resolución 2016-D071 Ratificar la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Esta resolución sigue la misma línea, pero autoriza a la EPPN y a la OGR a trabajar en cuestiones más amplias relacionadas con los derechos de las personas con discapacidad. Existe una importante oportunidad para asociarse con organizaciones dirigidas por personas sordas y personas con discapacidad que están proporcionando un importante liderazgo en la política y la defensa de la discapacidad y de los sordos. Entre estas organizaciones se encuentran la Asociación Nacional de Sordos (NAD), el Consejo Nacional de Vida Independiente (NCIL), ADAPT y el Consejo Nacional de la Discapacidad (NCD), entre otras. La asociación con estas organizaciones daría lugar a una mayor concienciación de la Iglesia sobre la política de accesibilidad y la legislación en materia de discapacidad y sordera, así como a una oportunidad para que los miembros de la comunidad eclesiástica defiendan directamente cuestiones que afectan no sólo a las personas con discapacidad, sino también a los pobres, los mayores y los enfermos.