A207 Fomentar la misión como parte de la comunidad amada
Se resuelve, con la aprobación de la Cámara de ________________,
Que la 79ª Convención General recuerde a las diócesis, congregaciones e individuos que "ser una comunidad amada" es ser miembros de una comunidad global que hace honor a nuestro nombre completo: La Sociedad Misionera Doméstica y Extranjera de la Iglesia Episcopal Protestante (DFMS); y sea además
Resuelto, que esta Convención afirme que en el bautismo somos llamados al compañerismo, que es por su propia naturaleza, estar con, viajar con, y compartir el pan con otro; y sea además
Resuelto, que esta Convención se comprometa a alejarse del colonialismo y reconozca que la labor de la misión es una empresa mutua centrada en Cristo, que es más eficaz cuando se descartan los roles tradicionales de "dador" y "receptor", y se aceptan, acogen y utilizan los dones de todos; y sea además
Resuélvase que esta Convención aliente a las diócesis, congregaciones y organizaciones misioneras a establecer relaciones productivas y mutuas con otras comunidades de alcance que tengan una intención similar, pero que no formen parte de la Iglesia Episcopal; y sea además
Seresuelve que las diócesis, congregaciones e individuos sean alentados a orar regularmente por diócesis y congregaciones específicas e individuos con los que están en compañía; y se resuelve además
Resuélvase que las diócesis, congregaciones e individuos sean alentados a formar relaciones personales de intercambio a través de mensajes y medios sociales con individuos y congregaciones con los que están en compañía.
Explicación
En nuestro mundo contemporáneo globalmente interconectado, la misión internacional ha evolucionado desde una visión colonial paternalista de la misión a una comprensión de ser enviado a compartir el evangelio del amor de Jesús. La misión se entiende ahora como una relación de compañerismo, de compartir dones, que todas las partes aportan a la relación. Las experiencias misioneras de encuentro con Dios en otros cuya cultura puede ser muy diferente a la nuestra tienen el poder de transformar a las personas y a las comunidades. En palabras de Barbara Brown Taylor, "El trabajo espiritual más difícil del mundo es amar al prójimo como el que se encuentra con el ser humano, no como alguien a quien puedes usar, cambiar, arreglar, ayudar, salvar, inscribir, convencer o controlar, sino simplemente como alguien que puede sacarte de la prisión de ti mismo, si se lo permites" Esta propuesta de resolución anima a las diócesis, congregaciones e individuos a desarrollar relaciones misioneras internacionales de dones compartidos, culto compartido y experiencias compartidas. La intención es que haya una comprensión del trabajo mutuo entre las organizaciones basadas en la fe al trabajar para vivir nuestros votos bautismales. En la preparación e implementación del compromiso misionero, alentamos el uso de los recursos de la Red Misionera Episcopal Global (GEMN), de la Agencia Episcopal de Ayuda y Desarrollo, o de otros recursos diocesanos que puedan estar disponibles.