D077 Reducir la pena de muerte

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La pena de muerte sigue siendo legal en treinta y un (31) estados y en las jurisdicciones federales, con más de 3.000 personas en espera de ser ejecutadas. Algunos gobernadores han ordenado moratorias en relación con la pena de muerte. La pena de muerte se aplica de forma desproporcionada a los pobres y a las minorías. La pena de muerte se impone arbitrariamente en muchos Estados. Muchas personas inocentes han sido condenadas a muerte. La pena de muerte se opone directamente al testimonio de Jesucristo. Muchas personas que han sido condenadas a muerte han demostrado su redención, rehabilitación y/o habilitación. Por ejemplo, en un Estado un condenado a muerte ha sido ordenado este año como ministro en una iglesia cristiana y sirve como capellán de otros reclusos. Asimismo, en un Estado, varios condenados a muerte han completado un curso de estudio que se exige a los abogados para obtener la certificación de mediadores. Los condenados a muerte que han completado el curso han formado un equipo de mediación y median en los conflictos entre los condenados a muerte en ese Estado. Un recluso que completó el curso de estudio fue declarado por un juez como rehabilitado, y su sentencia de muerte fue reducida a cadena perpetua. Explicación: La Iglesia madre de la Comunión Anglicana es la Iglesia de Inglaterra. No existe la pena de muerte en Inglaterra ni en ninguna nación de la Unión Europea. Esta Resolución puede salvar vidas ahora en el nombre de Jesucristo y puede apoyar los esfuerzos actuales de muchos Obispos, Capellanes y Laicos que trabajan para derogar la Pena de Muerte en los Estados Unidos de América hasta el día en que la Pena de Muerte sea un pecado del pasado.