Se resuelve, con la aprobación de la Cámara de Obispos,

Que la 79ª Convención General reafirme enérgicamente su posición, establecida desde hace tiempo, de que la ciudad santa de Jerusalén sea la capital compartida tanto del Estado de Israel como de un posible Estado palestino; reconociendo al mismo tiempo que esta esperada solución de dos Estados está actualmente en grave peligro y podría no hacerse realidad; y que además

Resuelve que la 79ª Convención General reafirme asimismo su llamamiento a la salvaguardia de Jerusalén como lugary afirme su convicción de que Jerusalén es una ciudad santa para las tres religiones abrahámicas , en la que deben respetarse plenamente los derechos civiles y los intereses religiosos de los cristianos, los musulmanes y los judíos.cristianos , musulmanes y judíos, lo que incluye el acceso libre y seguro a sus respectivos lugares santos;que todos los lugares santos de la ciudad deben estar igualmente protegidos y ser accesibles a todos los fieles; y que debe respetarse la condición de la ciudad como comunidad para todos los cristianos, musulmanes y judíos; y que además

Resuelto, Que esta Convención está de acuerdo con nuestro Obispo Presidente, quien dijo en sus reflexiones del 29 de marzo de 2018 sobre su viaje a Tierra Santa: "Mientras oramos por la paz de Jerusalén, como nos enseña la Biblia, debemos encontrar maneras de trabajar por la paz de Jerusalén, que se encontrará donde haya verdadera igualdad para todos, verdadera justicia para todos y verdadera libertad para todos". Aquí queda claro que no se trata simplemente de un sueño idealista. Es la única esperanza, y no debemos descansar hasta que se haga realidad"; y sea además

Resuelve que la Convención se una a los líderes de las comunidades cristianas de Jerusalén en el reconocimiento de que el traslado de la Embajada de EE.UU. de Tel Aviv a Jerusalén en este momento crea un obstáculo adicional para la paz; y que además

Resuelve que se anime a todas las diócesis a comprometerse seriamente en la educación, la defensa y la oración por la renovación de un proceso diplomático y político por la paz en la región y por la paz de Jerusalén; y que además

Resuelve que la Convención General inste a la Cámara de Obispos a difundir lo antes posible una Carta Pastoral que apoye la identidad profética de Jerusalén como Ciudad Santa de la Paz.